domingo, mayo 14, 2006

V de Vendetta (2005) de James McTeigue



Hora: tarde, como siempre. Una invisible maldición me persigue: para cuando entres en la sala de cine; las luces ya se habrán apagado e intentes lo que intentes, no pasaras inadvertido. De verdad, no es coña. No quiero hacerme la victima, pues seria una estupidez, pero es lo que hay; siempre me tropiezo con algo. Da igual lo que sea, me vale todo: con un escalón, con una butaca, con un reposabrazos, con una bolsa que algún desdichado ha dejado en el suelo. Siempre hay algo. Después de que la sala se haya percatado de que el gran Kill James Cameron acaba de hacer acto de presencia, tomo asiento. En la gran pantalla una estridente serie de explosiones y alaridos venden la última película de Kurt Russell. Mis dos acompañantes me flaquean, quienes a partir de ahora serán nombrados como... Acompañante 1 y Acompañante 2. Acompañante 1 y Acompañante 2 desenfundan una inimaginable cantidad de fritos y snacks varios (como les habrán dado los bolsillos) y empieza el “Concierto en Do menor para una dentadura cabrona y llena de dientes” de Matutano. Personalmente nunca me imagine que los Fritos Barbacoa harían semejante estruendo. La melodía que los demás habitantes de la sala (de 15 a 20 personas seriamos en total) producían con sus mandíbulas seguía el mismo “tempo”. “Allegro” me atrevería a aventurar. Mientras las dentelladas hacían su función, me quitaba la sudadera para facilitar la oxigenación que necesitaba después de una impresionante carrera a contrarreloj a lo largo de todo el centro comercial. Todo apuntaba a una tarde olvidable. La idea no había sido mía. Acompañante 2 me despertó de mi vida contemplativa para comentar la idea de Acompañante 1: ir al cine. Esto había sido a las 4:30 de la tarde, cuando aun no había comido. “Por supuesto”-dije. Tras esperar 1 hora en el cine, Acompañante 1 y Acompañante 2 aparecieron. Rápidamente les comunique una rápida, concisa e innegociable resolución: no quería tirar el dinero en un cagarro seudopostmoderno plagado de tonterías. Para mi sorpresa, ellos tampoco querían ver “Misión Imposible 3”. ““Plan Oculto”” -sugerí yo- “tengo curiosidad de ver como le ha quedado a Spike Lee”. “¿A quien?”- obtuve por respuesta. “No, a nadie. A un negro. ¿Que queréis ver?” -pregunté. ““V de Vendetta” me han dicho que esta bastante bien”. Entonces fue cuando mi sentido arácnido saltó: ¡¡¡¡Peligro!!!!- “¿Seguro?” -no había posibilidad de resumirles ninguna de las poco esperanzadoras criticas leídas. “Si. Debe de estar guapa”. Y ahí me encontraba, con una sudada a tener en cuenta y a Acompañante 1 ofreciéndome un puñado de Lacasitos. Es entonces cuando, con pantalla completamente en negro, la voz de Evey nos habla de un ideal, de una fecha y de un hombre.

El 5 de Noviembre de 1605, Guy Fawkes fue capturado en uno de los sótanos del Parlamento Británico, que intentaba hacer volar por los aires. Detenido y ahorcado por su delito, los motivos que le movían han sido olvidados, la fecha la ha enterrado el paso del tiempo y a él no hay mucha gente que le albergue en su recuerdo. En un futuro no muy lejano (tal vez mañana), dos personas que serán victimas de un encuentro casual (aunque no se crea en la casualidad), se disponen para su cita. Él es un enmascarado que luce un atípico disfraz, completamente de negro: su traje, su capa, sus botas, su larga peluca, su sombrero de ala ancha y una serie (que mas tarde descubriremos que es inagotable) de cuchillos. Ella es una joven que tendrá la mala suerte de que antes de llegar a su lugar de destino ya se halla dado el toque de queda. La mala suerte aumentara al toparse con tres agentes “de la ley”. Cuando la violación esta a punto de dar comienzo, es el momento en que nuestro héroe, por aquellos de seguir la tradición digo yo, es cuando decide entrar en la escena (en un rato veremos que al tío le encantan las tradiciones). Rápidamente se distribuyen los papeles a los personajes: V es el salvador, y Evey es la salvada. Los tres cuerpos que acaban en el suelo son los representantes de un régimen represivo. Esto es la presentación. Inglaterra esta gobernada por un régimen totalitario hasta que aparece este misterioso enmascarado; V, un individuo cuyo sustento es la venganza al estilo mas “puro”: solo y llanamente retribución. Aquellos que le dañaron serán los únicos que sufrirán las represalias. Pero V también encontrará su lugar como caudillo y esperanza de una población civil (la nuestra, nosotros), controlada, fieles a nuestro zagal como corderos, que mansamente nos dirigimos al matadero. Evey se convertirá, tanto en su cautiva, como en su musa. Será la única que conozca al hombre, y la única que intente reprocharle la crueldad de sus actos. Pero esta vez es Pepito Grillo el que estaba equivocado y se rinde ante la evidencia: V estaba en lo cierto y su escalada de terror esta justificada y es tan digna de recordar en un alo de “Liberté, Égalité, Fraternité” como la toma de La Bastilla. “Londres ya no necesita un Parlamento”. De igual manera, lo que simboliza la toma de La Bastilla el 14 de julio, lo simboliza hacer saltar por los aires el Parlamento Londinense el 5 de Noviembre. Película clásica rodada de manera moderna: Héroe y Heroína, Poli Bueno y Poli Malo, Villano y una humanidad que se quita al fin la mascara de la opresión.

Antes de nada y para los verdaderamente exigentes, he de rogarles, una vez mas, que abandonen este blog y se dirijan hacia otro. Para los que quieran autentica información, que yo no puedo brindarles, la estupenda reseña de Dostoyevski les servirá de mucha ayuda y les agradara un buen rato. Otro paso a dar es la aclaración de dos datos. No he leído la obra original de Alan Moore. En realidad no he leído absolutamente nada de Alan Moore. El presupuesto destinado a los comics en Big Whisley es limitado y ya es casualidad (bueno, supongo que en realidad no lo es), que el ultimo dilema al que me enfrenté fue el de adquirir una entre dos geniales obras: “Ronin” de Frank Miller y “V de Vendetta” de Alan Moore. Tuve que pedir una moneda al dependiente y tirar a cara o cruz. Salió Cara. “Ronin” es el comic releído incontables veces que ocupa ahora un estante. “V de Vendetta” es un comic nuevecito, que espera su adquisición muerto de risa en la tienda de marras. El siguiente dato antes de enrollarme más es este: “Matrix” me gusto. La primera de la saga, la original, como se quiera llamar. Me gustó. Nunca se me verá etiquetarla como obra maestra, ni del cine, ni de la ciencia ficción, ni del cine de acción, ni nada de eso. Pero si que me gusto. Respecto a “Matrix Revolutions”, no es el momento ahora de hacer comentarios respecto a esa tomadura de pelo-bacala-videoclipera-ciberpunk. Estos datos no creo que me maniaten, ni a mi, ni a nadie, el sentido critico, pero si es posible que a alguien le gustaría saberlos antes de leerse la critica y por eso he querido empezar por ellos. Ya están por escrito... y para los que tras esto me siguen leyendo: gracias e intentare no decepcionar.

Resulta impresionante hoy en día mirar hacia atrás y ver la increíble cantidad de comics que se han adaptado al largometraje. Parecía imposible de pensar cuando Brian Synger estrenó su “X -Men” (2000). Ahora ya anuncian la tercera parte. Ya no se es un autor de comics relevante en el panorama si un par de tus obras no son adaptadas al cine. Hasta Harvey Pekar tiene película. Todavía sin estrenar “300”, que esta dirigiendo Zack Snyder (el tío de “El Amanecer de los Muertos”), ya se esta rodando la secuela de “Sin City” (lo mas seguro es que no será la primera). El mismo Moore ya tenia dos obras versionadas para la gran pantalla: “Desde el Infierno” (2001) de los Hermanos Hughes y “La Liga de los Hombres Extraordinarios” (2003) de Stephen Norrington. Y parece ser que Zack Snyder (otra vez) va ser el encargado de llevar al cine su “Wachtmen”. Y las secuelas de “Batman Begins” (2005) de Christopher Nolan y “Superman Returns” (pendiente de estreno) de Brian Synger ya son proyectos avanzados. En medio de toda esta masiva invasión de viñetas fílmicas, aparece este “V de Vendetta”, dirigida por los Hermanos Wachowski (a través de un títere que se hace llamar James McTeigue), que también escriben el guión de la obra. La primera falta que se hecha en los créditos presenta, a mi manera de ver, todo un agujero insalvable para la película: Alan Moore. Parece ser que fue su primera reacción al admirar la adaptación de su comic: exigió que le retirasen de los créditos y les dedicó a lo responsables de la película unas palabras, que no serán llamadas amables si aplicamos el significado tradicional de la palabra. Junto con el hecho de que el guión iba a provenir de los autores del de “Asesinos” (1995) de Richard Donner, y que la producción corría a cargo de Joel Silver (que parece creer que a encontrado una mina con estos chicos, porque no los a soltado desde que se tropezó con ellos), mis esperanzas de una adaptación de calidad eran nulas. Pero la sorpresa fue que mi sensación al acabar la película distaba mucho de esas arcadas que me produjeron la mediocre “Desde el Infierno” y la chorrada estilo MTV de “La Liga de los Hombres Extraordinarios”. No, mi sensación era bien distinta y me extrañaba, porque no esperaba encontrarme con ella. La película me pareció buena. Puede que bastante buena. Esto es lo que hay. Una película a la que no se la puede negar una profesionalidad y una técnica mas que formal, con una puesta en escena muy contemporánea, lo que añade a darle proximidad al relato, un guión que a pesar de sus momentos puro mainstream, era realmente bueno y con un elenco del que sobresalía un V inolvidable; todo un personaje; un híbrido entre Edmundo Dantes y El Zorro, que le convertía en la madre de todo héroe de capa y espada (aunque adosado de explosivos). Intentare despedazar estas características para que me sea más fácil hablar del film sin que se me quede nada en el tintero.

Un reparto realmente muy acertado; Stephen Rea como Finch, agente al servicio de la ley, un viejo lobo del departamento, que descubre a los criminales que esta protegiendo: un gobierno podrido por la corrupción. Esta un Stephen Fry, haciendo de sofisticado ejecutivo homosexual, que aunque recurra a un humor bastante convencional, no puedes evitar sonreírle sus gracias (no me malinterpretéis, no representa al payaso de la película, ni mucho menos). Tenemos a un John Hurt (¿un cambio de papeles respecto a su Winston de “1984”?), un opresor, el perfil clásico de líder de grandes masas: prepotente y manipulador, dirigente que vive ocupado de suprimir en la población alguna seña de individualidad. No puedo dudar que el personaje carezca de una profundidad que le convierta en algo más que en un estridente villano odioso movido por sus intereses. Pero sinceramente, ¿que político actual no actúa de ese modo, donde las lenguas bífidas y altivas supurantes de demagogia, propugnan un culto hacia su persona? Y ahora la gran anunciada: Natalie Portman, que vuelve a las superproducciones. Evey, huérfana, hija de unos padres asesinados por el gobierno (decir otra cosa habría sido un confuso eufemismo) y hermana de otra victima del mismo gobierno. Es joven, emprendedora y relativamente frágil, aunque obviamente nos demostrará que lo del sexo débil no va con ella. Y luego tenemos al autentico protagonista: V, al que da vida la voz de Hugo Weaving. Parece ser que el actor a hecho una tarea impresionante, pero en mi caso, tendré que conformarme con la labor de su actor de doblaje (no vayan a creerse que es poca). Esto es todo lo que nos dejara V de recuerdo, tras esa apariencia de héroe enmascarado: su voz. Una voz de desprecio, que gusta de citar a Shakespeare, Goethe o Dumas. Una voz tajante e implacable. Y cómica, cuando no desafiante; sabe (y es algo que se sabe desde el inicio de la película) que su venganza se llevara a cabo con quirúrgica pulcritud y efectividad. Por si alguien espera palabras explicitas sobre la calidad interpretativa del reparto, las englobare todas en una palabra: Buenas. A la altura de la producción. Correctas. No mediocres, ni con altibajos, ni chorradas de esas. Correctas creo que se entienden bien. Como deben de ser: los secundarios están en su lugar y actúan con profesionalidad (no seré yo el que le diga a Stephen Rea como actuar) y los actores principales (Weaging y Portman) abordan a sus personajes con el talento que estos requieren.

La puesta en escena y todo el despliegue técnico también me parece que actúan de una manera no genuina, pero si intachable. Nunca será “Blade Runner” y ese impresionante, tétrico y mastodóntico futuro, pero si es capaz de crear cierta atmósfera o ambiente, desde unos edificios gubernamentales; llenos de frialdad y pulcritud, con tecnología punta haciéndose lugar, hasta “La Galería de las Sombras”, donde tenemos ante nosotros una autentica catacumba, un sótano inolvidable, la guarida de todo héroe romántico, mas próxima a la morada del Fantasma de la Opera que a una Batcueva. Por seguir ya con el ambiente mas puramente “lírico” de la película, mencionare una banda sonora (que salvo un par de excepciones que señalare mas adelante) realmente sensacional; donde más se podía lograr (poner música a las paginas de una novela), y realmente se logra, tanto con la música no original, con el “I found a Reason” de Cat Power, que inunda (junto con mas temas, por supuesto) de un ambiente onírico “La Galería de las Sombras” que, como no, salen de un rockola. También la música compuesta para la película acompaña de manera perfecta la sucesión de imágenes; desde ese “Recuerden recuerden”, hasta los créditos finales. Y realmente único es la acertadísima selección de la “Opertura 1812” de Tchaikovsky para la voladura del Parlamento, una inolvidable orquestación, que por un momento nos hace oír la música que V esta tocando. Un punto para este Dario Marianelli.

Y ahora me dirijo hacia el guión, que es lo que significa realmente hablar de la película. Hablar de los Hermanos Wachowski, auténticos artífices de la película. La tarea en que estos individuos se han embarcado, sinceramente, les venia grande. Escribir un guión les viene grande. Adaptar un texto les supera. Adaptar un texto de Alan Moore es un objetivo titánico. Y adaptar justamente “V de Vendetta” es una tarea que les marea, les puede y les da vértigo. Y como estos tíos solo les quedan frases con sentido de chiripa, visto lo que había que perder (en el recuerdo siempre se nos mantendrá las nombradas “Matriz Revolutions” y “La Liga de los Hombres Extraordinarios”), realmente han conseguido lo que nunca habría dicho este redactor de ellos. Sin conocer el producto inspirador (creo que para cuando finalmente caiga en mis manos revisionaré esta película y la repostearé), he de decir que las peleas están a cuentagotas: el rescate inicial de Evey por parte de V, la escapatoria de la cadena de televisión BTN y “El Gran Combate Final”. Aquí, en esta ultima, creo reconocer uno de los mayores patinazos de la película, una tecnopayasada a ritmo de música trepidante digna mas de la versión a capa y espada de “XXX” que de la película que estaba viendo hasta entonces, donde V nos suelta autenticas perlas estilo: “Ahora me toca a mi”, y acto seguido dos de su “cuchillos de mariquita” surcan los aires y empiezan los desperfectos. De lo mas olvidable del film. Sin embargo, técnicamente hablando, la dirección de los Hermanos Wachowski (insisto, de los Hermanos Wachowski) hace justicia para una película acción/ciencia-ficción, aunque se nota que los chicos no dan mucho de si (compararse la escena de V saliendo del ascensor y mostrando los explosivos que lleva por el cuerpo, con la de Neo atravesando el detector de metales y mostrando el arsenal), pero aun así no pueden evitar brindarnos secuencias de autentico cine, como la nombrada voladura dirigida por un entusiasta V y admirada por una atónita Evey, la visita del ultimo nombre de su lista negra, que lleva a V a visitar a la doctora que creo a ese monstruo enmascarado, una magnifica secuencia donde Finch atisba el plan de V, donde vislumbra el principio y el fin de ese efecto domino que el terrorista a comenzado, o el discurso que V dedica a los culpables de los hechos cometidos. Los Hermanos Wachowski no han podido evitar que los engranajes empiecen a darle vueltas a uno y se nos muestre la cultura del miedo (cual “Bowling for Columbine”), donde los medios son las armas del llamado “terrorismo de estado”, que se asegura de dirigirnos hacia esta distopia al mas puro estilo “1984”, “Un Mundo Feliz” o “Fahrenheit 451”. Una sociedad donde el activismo pacifico cual Gandhi no conduce a nada, pues como un verborreico V diría: “Con sangre entra”.

Se ha dicho de todo sobre esta película: gente que desconoce el comic y detesta la película, la gente que la sigue detestando aunque se haya leído el comic, los que sin leer el comic propugnan que es una gran película, incluso los hay que hablan de una gran adaptación. Detractores y admiradores, como en cualquier otra película en de su genero. Personalmente creo que se trata de una película con el suficiente grado de elaboración como para parecerme relativamente injusto el achacarla el hecho de que pertenezca a unos autores que no han podido evitar el chirriar (me parece una metáfora bastante acertada) que produce un par de sus secuencias debido al intento de “masticación” para el gran publico por el que (no nos vamos a engañar) toda película pasa. Una película muy recomendable, ni mucho menos para mandarla a los infiernos. Una película que, a un a pesar de su domesticación, a conseguido que el mensaje suene lo suficientemente fuerte como para el que quiera oírlo: Las cosas que van mal, seguirán mal hasta que no las cambiemos, haciéndolas saltar por los aires.

Por si alguien le interesa, Acompañante 1 añadió “pues la peli a estado bien”, mientras que Acompañante 2 sentenció con un “a estado muy guapa”. Mas tardes consiguieron que la conversación desembocara en como de grandes tenia los pezones Natalie Portman, mientras yo seguía de pie, intentando descifrar mis sentimientos hacia la película, a la vez que me preguntaba “¿cómo habrá acabado el peliculón ese tan cojunudo que echaban en telecinco sobre la hija de Robin Hood?”.



La payasada comentada. Los que tengan curiosidad pueden admirar como se puede autocopiarse. Los que tengan autentica curiosidad, que se vean la película y no esto. De verdad que es la pelea contra lo que achaco. Se encuentra de todo en Internet. Los que guarden intención de ver el film que no vean esto ultimo.

1 comentario:

Fiodor M. Dostoievski dijo...

Absolutamente de acuerdo contigo, aunque a mí Fry no me hace mucha gracia en ningún momento: ni su inventado personaje ni su obviedad dentro de la película.
Como tú, pienso que los verdaderos artífices han sido los dos "maravillosos" guionistas de asesinos, que en este caso han logrado un film sobrio, con acción de la buena (Exceptuando la penosa batallita final), un guión aceptable y un mensaje subversivo, polémico y necesario en estos tiempos de zozobra. Que el cine palomitero nos incite a pensar no es nada nuevo, pero hacía mucho que no se hacía algo por el estilo.
Repito: Grandiosa reseña.
Un abrazo y un saludo.